No cualquier vidente puede trabajar en nuestro gabinete. Para poder hacerlo, los aspirantes han de pasar unas duras pruebas de selección que confirmen que sus dotes de videncia y adivinación son realmente extraordinarias. Únicamente tras pasar estas pruebas, los aspirantes son admitidos y trabajan codo con codo con maestros videntes de dilatada experiencia y reconocido prestigio, con los que consiguen ampliar sus conocimientos. Solo entonces, cuando sus maestros lo consideran adecuado, se ponen al servicio de aquel que llama para solicitar ayuda.