sábado, 27 de octubre de 2012

ANGELES: siempre están con nosotros‏




La palabra Ángel se deriva del griego Angelos, que significa “mensajero”,  del sánscrito Angiras que se refería a un ser divino y espiritual, y del persa Angaros que quiere decir:  “mensajero o enlace”. Son mensajeros. Enlaces entre Dios y  los seres humanos.
Cuando nos referimos a un Ángel estamos hablando de un ser espiritual puro y a su divino oficio. Si nos referimos a su naturaleza pura les llamamos  “Seres de Luz”.  Ellos ven las cosas totalmente diferentes a nosotros, porque han salido del espacio tridimensional en el que habitamos, como seres con materia física.
No están limitados como nosotros, tienen el don de la ubicuidad y los sentidos espirituales despiertos. Por eso hay quienes por medio de la meditación, en sueños o alguna otra práctica se entra en contacto con el mundo espiritual y un claro ejemplo también es la oración (son los mensajeros).
Son nuestra guía, nuestros hermanos mayores, son los que ven por nosotros, que somos los pequeños, los hermanos menores a los que con ternura observan. Claro, muchos dudan de su existencia, como no se pueden ver fácilmente, no lo creen, pero recordemos que no estamos solos y sino inténtenlo.
Somos seres en evolución, en búsqueda de regreso a nuestro punto de origen. Ellos simplemente lo que hacen es estar al pendiente de que sigamos en nuestra senda para cumplir nuestra parte en ésta gran maqueta llamada vida.
Los angeles no necesitan una materia como la nuestra, ellos son luz pura y están encargados de que logremos ser  igual que ellos: luz pura, o sea ser ángeles en algún momento. Pero por el momento debemos aprender a tener control de nuestra materia, cumplir con nuestro papel que cada uno tiene para subir al siguiente escalón evolutivo que por ley divina nos pertenece.
Aunque hay que recordar que tenemos nuestro libre albedrío, donde somos seres libres y responsables de nuestros actos pudiendo subir o caer, o sea que no estamos tan limitados. Ya lo dijo el Maestro Cristo: “en verdad os digo, cuanto atareis en la tierra será atado en el cielo y cuanto desatareis en la tierra será desatado en el cielo”. Mateo 18:18
Recuerdo que hace 10 ó 20 años atrás, casi nadie hablaba de ángeles o mejor dicho no eran tan común como lo es el día de hoy. Ahora uno entra a cualquier tienda, restaurante, consultorio, casa particular y uno se encuentra con alguna imagen, libro o la estampita de estos seres celestiales. Hoy en día es más común escuchar que alguien hable sobre los ángeles y habemos quienes los aplicamos hasta en terapias.
Pero mis preguntas han sido, dónde se quedó todo eso, cómo fue que se diluyó o se olvidó con el tiempo, o no se olvido tal vez. Pero lo que sucedió fue que la gente se enfocaba y se encomendaba más a los ángeles que al mismo Dios y entonces la Iglesia Católica al ver tal situación en el año 343 d.C. prohíbe su culto.
Estamos en un cierre de era, que muchos lo ven de una forma apocalíptica, pero no es así, como lo dije es un cambio de era, de conciencia, momento de ser mejores seres humanos y no verlo como un fin de un todo, porque no hay tal fin, somos seres en evolución simplemente.
Y es por eso que los ángeles se han esforzado en volver a hacerse presentes entre nosotros (aunque siempre lo han estado), para incrementar fuerzas, demostrarnos que están con nosotros para cumplir con éxito el cambio a la siguiente era...
Así que es buen momento para iniciar o seguir haciéndolos presentes en nuestras vidas porque ellos lo hacen y vigilan cada paso que damos y cuentan cada lágrima de tristeza o alegría que derramamos.  A  pedirles, que ellos están ansiosos por escucharnos y ayudarnos, que una trompeta más suena en el cosmos cada vez que un ser humano voltea hacia arriba buscándolos!
¡Benditos Seres de Luz!

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